La verdad que no se como he podido tardar tanto en escribir sobre este tema, ya que los Templarios son uno de los temas que más me interesan dentro de la historia medieval y están directamente ligados a la historia de Peñíscola y su patrimonio monumental. La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón, o Templarios para los amigos, son una orden religioso-militar creada en el siglo XII en Jerusalén, tras ser conquistada por los cristianos en la 1ª Cruzada. Se trataba de un pequeño grupo de caballeros, que eran una mezcla de monjes y soldados, los cuales procedían de familias nobles europeas en su mayoría y establecieron su sede en lo que quedaba del antiguo templo de Salomón, de ahí su nombre. Este grupo de caballeros ejercían como policía de carretera, protegiendo la llegada de peregrinos cristianos procedentes de Europa que pretendía visitar Tierra Santa, y constantemente sufrían ataques en los caminos, por parte de ladrones y tropas musulmanas. Con el apoyo, tanto del Reino de Jerusalén como de la Iglesia Católica, su crecimiento fue brutal, tanto en lo social, en lo militar y en lo económico, ya que todos los nobles que se integraban en la Orden donaban sus posesiones a la misma. Llegaron a alcanzar un enorme poder, poseyendo infinidad de fortificaciones por toda Europa, Mediterráneo y Tierra Santa y se convirtieron en el banco de Europa prácticamente, ya que gestionaban las finanzas y les realizaban préstamos a reyes y nobles. Ofrecían servicios que les permitía ingresar dinero en sus sucursales europeas y disponer de él en Jerusalén, algo muy útil para evitar los peligros del largo viaje hasta Tierra Santa. A principios del Siglo XIII la Orden del Temple era la primera potencia económica de nuestro continente. A parte de sus brillantes e innovadoras finanzas, los Templarios también destacaron en el ámbito militar, poseyendo un ejército de más de 30.000 caballeros, además de sargentos, infantería, escuderos y un largo etcétera.

Probablemente, en su tiempo, poseían el mayor y mejor preparado ejército profesional de la cristiandad. Algo que utilizaron para influir en diversas guerras europeas, como en el caso de Inglaterra, de parte de los nobles ingleses contra Juan Sin Tierra (hermano de Ricardo Corazón de León y el malo de Robin Hood) o en la Reconquista Española, que adquirió la consideración de Cruzada por la cristiandad por parte del Papa Eugenio III. Este último hecho, provoca que numerosos nobles europeos y diversas órdenes militares y religiosas, tomen parte de este largo proceso de recuperación cristiana del territorio de la península ibérica, arrebatado casi en su totalidad a los visigodos a partir del 711 d.C. Entre otras órdenes caballerescas de la época, los Templarios llegan a tierras de la Corona de Aragón y Castilla, con el fin de ayudar a reconquistar el territorio a los infieles y ayudar a extender los dominios de los reyes cristianos hacia el sur. En Aragón, establecen sus primeras fortalezas en Lleida, Miravet y Monzón, siendo en esta última en la que fue criado y educado por los mismos caballeros templarios el que posteriormente fue llamado Jaime I el Conquistador, instruido tanto en las letras como en las armas. Por ello, Jaime I fue considerado a lo largo de toda su vida como miembro de la Orden del Temple, aunque sin jurar los votos de pobreza, obediencia y castidad, algo muy común entre nobles de alta cuna y monarcas. Debido a esta íntima relación con la Orden, los caballeros del Temple acompañarán al Rey Jaime I durante todo su proceso de conquista por nuestras tierras.
 |
| Jaime I de Templario |
La primera acción militar desempeñada por dicho rey en Peñíscola fue el infructuoso asedio del año 1225. Este intento de tomar nuestro castillo, que llevaba casi 5 siglos en manos musulmanas, fue apoyado por varias embarcaciones cristianas, pero debido a las características naturales de la fortificación como península casi rodeada de agua, que dificultaban su conquista al asalto y a que los nobles aragoneses no aportaron las tropas necesarias dando la espalda a su rey, Jaime I levantó el asedio cuando se agotaron sus víveres. Años más tarde, siguiendo el consejo de Blasco de Alagón, uno de los nobles aragoneses más relevantes, en 1233 lanzó sus tropas sobre Burriana, lo que podríamos considerar la capital árabe de la actual provincia de Castellón. Se llevó a cabo un asedio de dos meses, en los cuales sufrieron escasez de víveres y una nueva retirada de algunos nobles aragoneses. Para encauzar la situación, Jaime I opta por comprar varias embarcaciones para agilizar el abastecimiento de sus tropas y evitar así un nuevo desastre militar. Son los Templarios y los Hospitalarios los que le prestan el dinero para llevarlo a cabo. Gracias a esta jugada de mejora logística, los moros burrianenses piden un mes de tregua y lo que reciben es un ultimátum del rey aragonés: O se rinden en un día o que se preparen para la batalla final. Finalmente, Burriana se rinde y tras esta estratégica conquista, se rindió Peñíscola y poco después caerían Xivert, Cervera, La Jana, Vilafamés, Xert, Traiguera, Vinaròs, Cálig, Rosell, Sant Jordi, Santa Magdalena o Castellón. Se dice que, tras la caída de Peñíscola, el mismo rey Jaime I se desplazó aquí para admirar su belleza y delegó la gestión de esta importante en su noble más fiel, Blasco de Alagón. Como dato, destacar que el blasón de piedra con el escudo de los Alagón se encontró enterrado en una de las rehabilitaciones que se han llevado a cabo en nuestro castillo. Seguramente este escudo familiar ocupó un sitio privilegiado en la entrada o fachada principal de la antigua alcazaba musulmana, ya en manos cristianas y gobernada por esta familia.
 |
| Escudo de la familia Alagón |
 |
| Dominios templarios en Castellón |
¿Como llegan los Templarios a Peñíscola? Pues este hecho se produce en 1294, por la adquisición de la población por parte de la Orden, mediante una permuta realizada con el rey Jaime II (nieto de Jaime I) a cambio de la propiedad que estos poseían de Tortosa. Los caballeros del Temple adquieren en propiedad Les Coves y Ares, Peñíscola y las aldeas moriscas que están bajo su control, Benicarló y Vinaròs. Pero estos ya poseían con anterioridad Xivert y Pulpis, y poco más tarde ampliaron los dominios de esta encomienda sumando los territorios de Cervera, Salzadella, Albocàsser, Culla, Vistabella, Benassal y Atzeneta. Todo este vasto territorio pasó a formar parte de la encomienda templaria de Peñíscola y el comercio, ganadería, pesca, agricultura, defensa, impuestos y todos los ámbitos relacionados con la gestión de este territorio se dirigía y controlaba desde nuestro castillo, a través de su comendador templario, Arnaldo Bañuls.
 |
| Escudos heráldicos entrada |

El mismo año de adquisición de Peñíscola (1294), se inician las obras del nuevo castillo templario, destruyendo primero por completo la antigua alcazaba musulmana. Se construye una fortificación militar de estilo románico, similar a las que esta Orden construía en Tierra Santa, hecha en su totalidad con piedra de sillería, extraída, trabajada y colocada a mano. Con ventanas abocinadas, bóvedas de cañón, arcos de medio punto y anchísimos muros, que pueden alcanzar hasta los 4 metros de espesor de pura piedra. Esta construcción se finaliza en tan solo 13 años, algo que ahora nos puede parecer una barbaridad, pero en esta época lo normal hubieran sido unos 30-40 años de duración. Se construye tan rápido, porque en plena época de reconquista, los territorios arrebatados a los árabes se tenían que fortificar rápidamente para evitar que volvieran a caer en manos musulmanas. Los Templarios eran una orden muy rica y expertos constructores, y pudieron destinar una gran cantidad de fondos para contratar a muchísimos obreros y maestros canteros para terminar rápidamente esta fortaleza (en el castillo se han encontrado más de 100 firmas distintas de maestros canteros). Estos 13 años de construcción se ven homenajeados por los 13 escudos heráldicos que podemos encontrar justo encima de la puerta de acceso. Entre ellos resalta uno principalmente, ya que está repetido hasta 11 veces, el cual tiene forma de planta de cardo y representa la heráldica de Fray Berenguer de Cardona, el Maestre del Temple, la persona que dirigía la Orden en toda la Corona de Aragón, el cual fue principal impulsor de la adquisición y fortificación de Peñíscola. Además, encontramos también su escudo en la entrada de otras salas insignes como el salón gótico y la capilla. Otro de los escudos heráldicos que encontramos en la entrada es el que tiene franjas horizontales y hace referencia al escudo de armas del comendador Arnaldo Bañuls, la persona que dirigía la encomienda templaria de Peñíscola. Una especie de alcalde, vamos. Y el escudo que encontramos en la parte central, justo debajo de la ventana, contiene una cruz, representando a la propia Orden Templaria, constructora del castillo. Estas obras finalizaron en el año 1307, justo el mismo año que Felipe IV, rey de Francia, con la ayuda de la bula del Papa Clemente V, empiezan a perseguir a los Templarios por supuestos herejes. Pero largo y tendido se puede hablar de los motivos reales de esta persecución: como las deudas contraídas con la Orden por parte de muchos reyes europeos, el inmenso tamaño de su ejército y red de fortalezas, la intervención en diferentes conflictos europeos, etc. Además, cabe destacar que la bula papal les permitía a los reyes europeos quedarse con todas las posesiones de los Templarios en sus tierras… Por lo tanto, nadie se iba a negar a perseguirlos, a la vez que liquidaban su deuda, también se quedaban con sus posesiones. Negocio redondo. Debido a esta persecución, los Templarios disfrutan poco de su obra, ya que en diciembre de 1307 el Rey Jaime II, les obliga a rendirse y a entregar todas sus posesiones en la Corona de Aragón. En castillos como Miravet y Monzón los templarios mueren defendiéndolos y no se entiende muy bien porque aquí en Peñíscola se rindieron sin oponer resistencia, teniendo una nueva y flamante fortificación, protegida por un anillo amurallado y el mar en casi todo su perímetro. Hay varias teorías, pero para mí la que tiene más sentido es la de que Jaime II les ofreció la oportunidad de crear una nueva orden religioso-militar que englobaría a los Templarios y a los Hospitalarios, que actuaría solo en el Reino de Valencia y que ocuparía todas las fortificaciones bajo el dominio de ambas órdenes en este territorio. La prueba está en que todos los templarios encarcelados en esta zona, fueron puestos en libertad sin ningún de cargo ni condena y la mayoría de ellos pasaron a formar parte de la nueva Orden de Santa María de Montesa. Esta nueva orden, creada por el mismo rey Jaime II, pasó a ocupar el castillo de Peñíscola a partir de 1317 hasta la llegada del Papa Luna, en 1411.
Antes de finalizar este artículo me gustaría daros varios datos para que todos podamos valorar realmente la exclusividad de nuestro castillo. Este castillo se finaliza el año 1307, el año que los Templarios empiezan a ser perseguidos por toda Europa, por lo tanto, se trata del ÚLTIMO CASTILLO TEMPLARIO CONSTRUIDO EN EL MUNDO. Después de esta edificación, la orden se diluye y llega a desaparecer totalmente en 1314, con la quema en la hoguera de Jacqes Molay en París, último Gran Maestre Templario. Además, debido a su compacta y sólida construcción, realizada con sillares perfectamente tallados y estratégicamente colocados, ha permitido que tengamos EL CASTILLO TEMPLARIO MEJOR CONSERVADO DEL MUNDO. Ya que su construcción está en estado original templario, a excepción de dos partes afectadas por explosiones en la Guerra de Independencia, todo lo que se conserva es de la construcción primitiva original de la Orden del Temple, con 715 años de antigüedad. Porque no lo podemos comparar con otros de los “mejores castillos templarios” como el de Ponferrada, ya que en este caso se ha reconstruido la fortificación en varias ocasiones y no se conserva gran parte de la construcción original del Temple.
Espero que os haya gustado este artículo, espero no haberme puesto excesivamente intenso, ya que me es difícil cuando toco temas que me gustan tanto. Espero que lo hayáis disfrutado, que os haya resultado ameno y os haya ayudado a conocer un poco más nuestro pueblo, nuestro castillo y a los Templarios. Como siempre, estoy abierto a recibir correcciones, críticas, dudas, consultas y comentarios varios.
GRACIAS!
Juanan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario