jueves, 5 de mayo de 2022

Red de poblados Íberos de Peñíscola

Escribiendo mi anterior artículo sobre el Yacimiento de l´Alt de la Garrotxa desperté cierta inquietud en mi sobre el mundo íbero en nuestra población, sobre el cual no había estado nunca particularmente interesado. Indagando entre los apuntes y anotaciones de mi padre sobre el tema, localicé un interesante libro llamado Poblamiento y territorio prehistóricos en el llano litoral del Baix Maetrat (Arturo Oliver Foix 1996) y tras su lectura, prendí definitivamente la llama de la curiosidad por nuestro pasado íbero. Mi padre desde pequeño me habló de varios poblados íberos en el término de Peñíscola, pero yo solo conseguía ubicar vagamente el del Poaig, ya que se encontraba contiguo a una finca familiar. En esta última localización mi padre, azada en mano, llegó a realizar su propias inspecciones y catas, y no creáis que fueron en vano. Mi padre localizó multitud fragmentos de cerámica de diferentes tallas y decoraciones, no con la finalidad de expoliar ni mucho menos, sino para confirmar su teoría de la ubicación de dicho asentamiento. No porque lo descubriera él, ya que estaba documentado y explorado por arqueólogos, simplemente él se dedicó a confirmar el vox pópuli local, que hablaba de donde estaba ubicado exactamente, ya que estaba sepultado por tierra debido a labores agrícolas. Esta pasión por nuestro pueblo y nuestra historia, son las que han calado en mi desde pequeño y son las que han provocado que siga sus pasos indagando, estudiando y escribiendo sobre el imponente pasado de nuestra ciudad.

En este artículo no me voy a centrar en una localización concreta, sino que voy a analizar bajo mi punto de vista, la zona que engloba los 3 núcleos poblacionales peñiscolanos de la época preíbera o íbera, junto con el de Pulpis, ya que creo que formaban una misma zona estratégicamente poblada. Pero primero voy a pasar a describir uno a uno los diferentes poblados.

El primero sería el Poblado Íbero dels Barrancs, ubicado en el término de Peñíscola, en la parte más al norte de la Sierra de Irta. Ubicado en la cima de una elevación de 227m, este asentamiento pudo ocupar una extensión cercana a los 2600m2. Aparentemente no poseía murallas defensivas, por lo tanto, hace pensar que utilizaban el pronunciado desnivel que le rodea (25%) como única defensa frente a agresiones externas. Aunque se puede observar un conjunto de bases de viviendas, seguramente la mayor parte de los restos del yacimiento se conservan bajo la tierra y la densa vegetación de la cima. Por los restos cerámicos y utensilios que se han encontrado en las exploraciones, se puede datar en la segunda mitad del S. VI a.C. En dichas exploraciones se han encontrado restos de cerámicas de procedencia griega, etrusca, ática, una copa jonia, materiales fenicios como ánforas, utensilios metálicos como cadenas y pinzas de depilar y cerámica indígena como platos, urnas, etc. Muchos de estos materiales son fruto de la actividad comercial que se llevaba a cabo por parte de los íberos de la zona con griegos y fenicios en el peñón o islote de Peñíscola (a 5,3km). Pese a no tener defensas, este poblado tenía una amplia visión del corredor de Alcalá, acceso a agua (Rambla de Alcalá a 0,9km). Según las investigaciones, se concluye que el final de este poblado fue violento, seguramente por el ataque de algún clan rival.

El segundo poblado sería el del Poaig, datado según la cerámica encontrada, entre el S. III i el S. I a.C. Parece ser que este poblado estuvo habitado en dos etapas, a finales de la Edad de Bronce, se abandonó y volvió a ser repoblado en la Edad de Hierro. Se trata de un poblado ubicado junto a las terrazas fluviales y el codo de un río (Rambla de Alcalá), situado sobre una pequeña elevación de roca, tipo meseta (50m de altura) y sin defensas ni muros de ningún tipo, según los vestigios encontrados. Se trata de un poblamiento de aprovechamiento agrícola, ya que está rodeado de las mejores zonas para cultivo, principalmente cereal, olivo, etc. Tenía una extensión de unos 4000m2, pero desgraciadamente sus restos se han visto dañados en varias partes, principalmente por la construcción de la vía férrea antigua y no sabemos si la construcción de la depuradora, ubicada justo al lado, ha podido dañar o destruir parte de este yacimiento (solo lo sabrán los que la construyeron). Se han encontrado restos de ánforas de vino itálico y cerámica de origen griego, lo que confirma, como en el caso anterior, que era común el comercio de importación y exportación transmediterráneo.

Otro asentamiento que he querido añadir, a pesar de no estar en el término municipal de Peñíscola, es el Poblado Íbero de Pulpis. Ubicado en el término de la vecina Santa Magdalena de Pulpis, este pequeño yacimiento de unos 1500m2, está ubicado cerca de la Masía de Pulpis, sobre una elevación de 178m, junto a una gravera que a punto a estado de destruirlo. En el lugar se encuentra los restos de un recinto amurallado totalmente derruido, construido a base de piedra de mampostería, a lo largo del mismo se observan algunas construcciones que pudieron formar parte de las defensas del poblado, como torres o elevaciones para los vigías. En el interior del recinto murado se han localizado restos de paredes perpendiculares al muro, las cuales debían formar parte de las viviendas de sus habitantes.

El último y más importante de los yacimientos íberos peñiscolanos, es el Poblado Íbero de l´Alt de la Garrotxa, descrito con detalle en mi anterior artículo (Véase en este Link). El asentamiento que tenía el mayor tamaño, mejores defensas, más altura y mejor campo de visión del territorio.

Y en este punto es cuando empezaré dar mis conclusiones. Teniendo en cuenta los datos, las evidencias científicas y las pruebas arqueológicas, voy a dar mi punto de vista personal arrojando mi teoría sobre la localización estratégica de estos cuatro asentamientos, su conexión y su posible jerarquía.

POBLADO

ALTURA (m)

EXTENSIÓN (m2)

Garrotxa

290

18000

Barrancs

227

2600

Poaig

50

4000

Pulpis

178

1500

Teniendo en cuenta valores básicos como son la altura, la extensión y el nivel de fortificación, vemos claramente que hay uno de estos asentamientos que destaca de forma exagerada. Como podemos observar en la tabla, el yacimiento de l´Alt de la Garrotxa está ubicado en lo alto de una montaña de 290m de altura, superando las otras tres localizaciones y su recinto amurallado protege un terreno que ronda los 18.000m2 de extensión, superando de forma estrepitosa los otros asentamientos nombrados, de mucho menor tamaño. Por tanto, no es descabellado considerar al poblado de l´Alt de la Garrotxa como el más importante, dentro de la jerarquía de estos cuatro poblados. Este gran asentamiento tiene perfecta visión sobre los otros tres poblados de menor tamaño, del corredor de Alcalá (principal camino de Norte a Sur), del camino a Cervera (principal camino al interior), del camino a la actual Peñíscola (dirección a la costa) y de la Rambla de Alcalá (vía fluvial). Vigilando todos estos puntos estratégicos, controlaban el paso de clanes rivales, el transporte de mercancías de otros íberos del interior que bajaban a la costa a comerciar con griegos y fenicios (Cervera, San Mateo, La Jana, Càlig, Canet, etc.), y controlaban el suministro de agua para su población. El hecho de que dos de los cuatro asentamientos nombrados no disponían de muralla defensiva (Barrancs y Poaig), me hace pensar que quizás el exagerado tamaño del recinto amurallado de l´Alt de la Garrotxa estaba destinado a ofrecer cobijo a los pobladores desprotegidos en caso de agresión enemiga, algo que no es de extrañar, ya que eran comunes los enfrentamientos entre clanes y gran parte de estos poblados desaparecieron de forma violenta (Barrancs). Por lo tanto, examinando la ubicación, las características y las peculiaridades de cada uno de estos yacimientos, me arroja la idea que quizás formaban un entramado de aldeas interconectadas de alguna forma, ubicadas estratégicamente para controlar el importante paso del corredor de Alcalá, que cada una tenía su función productiva (pastoreo, apicultura, cultivo, minería, artesanía, etc.) y todas ellas estaban controladas por un asentamiento mayor, que les ofrecía mejor vigilancia y protección, en caso de recibir agresiones externas. Pero como he dicho, esto es mi humilde opinión, forjada por horas de lectura, inspección del terreno y totalmente influenciada por las teorías de mi padre, que largo y tendido me habló del tema.

Espero que os haya gustado el artículo, que se os haya hecho ameno y que hayáis podido conocer un poco más sobre nuestro pueblo y nuestro impresionante pasado, que hay mucho más a parte de papas y templarios. ¡¡QUEDA MUCHA PEÑÍSCOLA POR DESCUBRIR!! 

Gracias por vuestra lectura.

Juanan.






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