sábado, 30 de septiembre de 2017

Asedio, traición y rendición en Peñíscola (año 1812)

Rebuscando y curioseando en la basta red he tenido la suerte de encontrar este interesante fragmento del libro "Historia del levantamiento, guerra y revolución de España" (escrito por el Conde de Toreno en 1838), que habla sobre el asedio y rápida rendición de la fortaleza de Peñíscola a las tropas napoleónicas durante la Guerra de independencia (año 1812). 
General Luis Gabriel Suchet. Bando Napoleónico
Para los que no estéis muy puestos en este periodo histórico, debéis saber que allá por los inicios del Siglo XIX, España se vio inmersa en la Guerra de Independencia o también llamada la Guerra del Francés. Conflicto armado internacional que enfrentó a Portugal, España y Reino Unido contra Francia, pero a nivel interno, el pueblo español se levantó en armas frente a las tropas napoleónicas y los compatriotas afrancesados que habían invadido España a traición y habían nombrado como Rey de España a José Bonaparte, hermano de Napoleón. Pepe Botella para los amigos, ya que por lo que se cuenta, tenía bastante afición a empinar el codo en sus ratos libres, que eran casi todos. Esta rebelión del pueblo español frente al invasor francés se inició en Madrid el 2 de mayo de 1808 y pronto se extendió a toda España. En nuestra zona todo estuvo relativamente tranquilo hasta el año 1812, año en el que llegaron las tropas de "l´armée française d´Aragon" comandadas por el General Suchet, que es este mozo de la derecha de las patillas descuidadas y la nariz prominente. Este general era el máximo mando militar de las tropas napoleónicas que maniobraban en la actual zona de Aragón, Cataluña y la Comunidad Valenciana, y él fue el que mandó sitiar, bombardear y conquistar Peñíscola, para controlar esta parte costera dominada por la marina española e inglesa. En esa época Peñíscola era la fortaleza marítima más importante entre Valencia y Tarragona, era conocida como el "Pequeño Gibraltar", por su aspecto inexpugnable.
Mapa 1812 Bando Napoleónico
El 20 de enero de 1812 llegó a Peñíscola una división de la armada francesa de Aragón comandada por el General Severoli, que llegó a reunir a unos 30.000 soldados, según algunas fuentes documentales. Estas tropas estaban formadas por franceses, polacos e italianos. Previamente a su llegada, las tropas de Peñíscola, comandadas por el Gobernador Militar Pedro Sánchez Navarro, habían tomado medidas para dificultar el acceso y el asentamiento de las tropas napoleónicas. Se cortaron caminos, se derruyeron casas de campo y se inundó la marjal. Aun así, los franceses se asentaron a unos 1200 metros de la muralla y empezaron a posicionar sus piezas de artillería en colinas y playas, para iniciar el asedio de nuestra fortaleza.
El 28 de enero lanzaron los primeros ataques de mortero causando los primeros daños materiales y personales en nuestra población. 
Durante el cerco establecido a la fortaleza, los franceses interceptaron un mensaje del Gobernador de Peñíscola dirigido al General de Alicante, quejándose de la presencia de las tropas aliadas inglesas, decía que antes de entregarle Peñíscola a los ingleses, prefería entregarla a los enemigos franceses. Viendo esta desafiante actitud, el general napoleónico vio una posibilidad de negociar y de tomar sin armas esta invicta fortaleza, por ello, se apresuró a contactar con el Gobernador de Peñíscola. 
Rendición de Peñíscola (1812). Vicente Alsasua 
Y aquí viene la parte más surrealista de esta historia, a pesar de llevar 3 años almacenando víveres para aguantar durante meses un asedio, abundante pólvora y munición, de haber realizado instrucción militar a una parte importante de la población, de contar con más de 1000 soldados, 66 piezas de artillería, después de todas estas condiciones favorables y de contar con una de las fortalezas con mejor defensa natural y militar del panorama español, el infame Gobernador militar de Peñíscola Pedro García Navarro, aceptó la rendición de Peñíscola con una sola condición: Que los soldados pudieran marchar donde quisieran! Por eso, y por los chantajes que no conocemos, traicionó vilmente a sus tropas, al pueblo de Peñíscola y a su propio país. Rehusó cobardemente combatir y hacer frente a un asedio, que sin duda hubieran acabado venciendo, sabiendo nosotros de antemano el resultado final de este conflicto bélico, con victoria española. Esta capitulación condenó durante años a Peñíscola a sufrir matanzas, violaciones, bombardeos, expolios, revueltas, bajo el yugo de las tropas de Napoleón. Hasta que, finalmente, las tropas españolas del General Elío, consiguieron recuperar la plaza militar, después de un largo asedio de 2 años y al alcanzar un tratado de paz (año 1814).
El Brigadier Pedro Sánchez Navarro, se pasó a las filas del enemigo francés, como no, y consiguió ser nombrado Caballero, seguro que la rendición de Peñíscola tuvo bastante que ver. Al finalizar la guerra de independencia, se tomó declaración a todos sus oficiales destinados en Peñíscola, durante estos hechos, con la finalidad de recabar información y poder juzgar al gobernador traidor de Peñíscola.


Mapa 1812 bando napoleónico
Esta es una mancha negra en la historia de la fortaleza de Peñíscola, que dista de su imagen como fortificación inexpugnable, y que merma su grandeza como fortaleza. Nuestro imponente bastión, que contaba con todas las variables para salir victorioso de esta contienda, sucumbió debido a la debilidad de los humanos que la gobernaban en esa época. 

¡¡ESTO CON SANCHO DE ECHEVARRÍA NO HUBIERA PASADO!!

Juanan.


Bibliografía consultada:
-"Historia del levantamiento, guerra y revolución de España" (escrito por el Conde de Toreno en 1838)
-http://www.aulamilitar.com/D08_14_1812.pdf?ID_SESION=UQISRXZLNNPTETTVEQYC
-https://arterural.com/noticias/peniscola-la-guerra-sucesion/
-http://historiadepeniscola.blogspot.com.es/p/blog-page.html